martes, 18 de octubre de 2011

El África Negra. Las huellas de Laetoli.

Numerosos estudios arqueológicos y genéticos sostienen la teoría de que la humanidad proviene de África y yo creo que es así. Sólo eso puede explicar las sensaciones que se tienen al volver allí, al volver a casa…
Las primeras huellas humanas encontradas hasta ahora son las huellas de Laetoli, al lado del desfiladero de esta fotografía, en Tanzania. Estas huellas tienen 3,6 millones de años, produce una emoción extraña pensarlo, ¿verdad?.





El año pasado tuve la oportunidad de estar aquí en medio de un viaje increíble por Uganda, Kenia y Tanzania, imposible de olvidar. Me han pedido que escriba este post para compartir mi experiencia, y aunque me da un poco de vergüenza, si leyéndolo consigo convenceros de que conozcáis alguno de estos países, lo daré por bien empleado. Todo el mundo que tenga la posibilidad de ir al África Negra debe ir, al menos una vez en la vida.
Aunque es un tópico, África tiene una luz especial.  Mirad este oasis en el Serengueti, con los hipopótamos descansando en el agua.


O este atardecer en el Lago Eyasi, con sus palmeras y sus acacias amarillas.





O la grandeza de las Cataratas Murchison, que son la mayor fuerza hidráulica del planeta.


O el amanecer en esta pequeña isla entre los rápidos del Nilo Blanco.





Pero no es sólo la luz, claro. Es el contacto con la naturaleza, salvaje, alegre, despreocupada y armoniosa. Por norma general, no soy una persona que sepa apreciar el arte, y ésta ha sido la primera vez que he llorado por la belleza de lo que veía.






Los elefantes, las jirafas, los árboles, los ñus, los pájaros…


Las cebras tienen un encanto especial.



Aunque las leonas son las reinas indiscutibles de la sabana.


Es impresionante ver cómo se relacionan en pareja.


O en familia.


Y de todos, tengo claro cuál es mi animal favorito, el leopardo!!! Es perfecto.




¿Y quién puede resistirse a un lago cubierto de flamencos rosas? Al cráter del Nogorongoro lo llaman el Arca de Noé.


Podría poner cientos de fotos (no es broma, tengo cientos de fotos), pero tenéis que verlo vostr@s.





Sólo voy añadir, lo que he dejado para el final pero que sin duda es lo que más especial hace una visita a África: su gente.


Yo me he dejado un trocito de corazón en África y estoy segura de que no tardaré en volver.




Porque estoy segura de que todos hemos nacido cerca de las huellas de Latoila.


Y que nuestro alma necesita volver a casa.


MÓNICA.


2 comentarios:

  1. A mí me has convencido, Mónica!!!

    Las fotos son absolutamente preciosas :)

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  2. A mi me has convencido también, ya tenñia ganas y ahora más. Muy buena crónica y preciosas las fotos:)

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