Todo empezó con el 2012, 30 años, mis 30 años, porque ya sabéis que cambiar de década, sea cuál fuere, no te deja indiferente.
En mi caso la decisión fue firme, basada en la absurda idea de que a partir de los 30 todo sube o todo cae, depende de ti, jeje, yo decidí luchar contra la gravedad.
Y fue justo hace apenas 6 semanas que empecé a (intentar) correr.
¿Por qué correr?, pues básicamente porque es un deporte que se puede practicar dentro y fuera del gimnasio, sola o acompañada, en casa o de viaje, no dependes de nada ni de nadie...
Pero la verdadera razón es el recuerdo constante, la sensación permanente de envidia sana cuando hace algo más de un año acompañé a mi novio a una de estas típicas carreras populares de 10 km, el ambiente era espectacular, súper divertido, súper motivador, súper guay!!, se respiraba energía y buen rollo a raudales!.
Recuerdo como veía a esos cientos de corredores y corredoras estirando, calentando, corriendo de un lado a otro intentando entrar en calor y preparándose para la prueba, recuerdo como le miraba a él, que envidia, cómo me hubiese gustado poder participar en ese tipo de eventos, pero claro, cada vez que había intentado correr había aguantado a duras penas no más de 15 minutos seguidos, así que la batalla estaba mas que perdida antes de ni siquiera empezar, luego ni me lo planteaba.
Pero ahora era mi meta, tenía que intentarlo, no pretendía correr carreras ni nada parecido, simplemente correr, aguantar, superar los malditos 15 minutos que tan difícil me parecían.
Y resultó que no lo eran tanto, a base de cinta de gimnasio (la ola de frío ha sido muy dura :) ) y un poco de insistencia poco a poco fui aguantando mas.
Después de 3 semanas corriendo cada 3 días un compañero me hizo una propuesta.
Mi compi, uno de estos tipos adictos a las carreras de ultrafondo, 50 km montaña, 101 km montaña también, rutas eternas que tiran al más fuerte de los humanos...pero ésta era factible: 11 km, montaña (of course).
Aquel recuerdo de hacía un año seguía tan patente que igual era el momento de convertir ese recuerdo de un deseo en una realidad.
11 km, mitad subida (brutal), mitad bajada (obvio)...
El reto estaba aceptado, ahora quedaba plantear como superarlo...
Paso 1: plan de entrenamiento, ¿fácil no?; pues no, navegué y navegué buscando un plan de entrenamiento para carrera de 10 km (era un núm. más redondo, y pensé que una vez hechos 10, 11 era sólo 1 mas :).
Finalmente me quedé con un plan de dos meses que reduje a 3 semanas; la cosa pintaba regular, y más teniendo en cuenta que ni siquiera pude cumplirlo.
Fecha de la carrera: Domingo 26 de febrero.
Fecha de mi gran momento femenino mensual: sábado 25, genial!, pero como puedo tener tan mala suerte!!, si ya estaba arrepentida de haberme inscrito esto lo empeoraba todo!.
Pero como a cabezota no hay quien me gane, ahí estaba yo esta mañana, con mis zapatillas sin casi kilómetros recorridos y eso si, con toda la energía del mundo y una vitalidad contagiosa!!
Vitalidad que se esfumó cuál humo de cigarro al llegar a la salida y verme rodeada de militares petados (ellos y ellas) (era una carrera militar-civil), macropreparados, clubes de maratonianos dispuestos a humillar a los mortales que ni sueñan con ser capaz de correr 42 km, y atletas de todo tipo.
La imagen de mi misma, rota, muerta, sóla, llegando a meta mientras el resto esperaba resoplando e impacientes, blasfemando contra la petarda cabezota que se había emperrado en meterse en camisas de once balas no paraba de dar vueltas en mi cabeza.
Por fin empezó...QUE INFIERNO!!, creí morir a los 2, a los 3, a los 4...a los 5 el corazón creí iba a estallarme....
Por fin llegué arriba, biennn!!, tocaba bajar, oh no!!, ya no tenía fuerzas para hacerlo, había empleado todas en la maldita subida!!
Bajé, bajé por inercia, muerta, corriendo, porque las ganas de llegar a meta podían con el dolor de mis piernas....
Cuando por fin legué abajo, lo vi, 10 km, la bajada se había acabado, subida de nuevo, más paulatina, pero subida al fin y al cabo...
Y entones pensé en abandonar, porque no podía más...porque me temblaban las piernas, porque me dolía todo el cuerpo, porque estaba rota....pero quedaba 1 kilómetro!!!, sólo 1!!, sin embargo sabéis lo que es un kilómetro para alguien que no había corrido en su vida??....
Brutal!!, no se ni como, no se como pude hacerlo!, no se como pude acabar..pero lo hice...
1 hora y 16 minutos...mucho menos de lo que hubiese soñado!!
Y la satisfacción posterior compensa todo lo demás...una sensación indescriptible, adictiva...
Hoy entendí el por qué de ese gran ambiente que tanta envidia me dio hace un año...
PD: y después de esos 11 km ya no había dolor, así que a coronar el día estrenando mis taconazos última adquisición, porque ¿quién dijo miedo? :P
I.
jajajajaaja
ResponderEliminarlo de los tacones me ha matado! jajaja
enhorabuena!!!