Grasas buenas vs grasas malas

"Da igual lo que coma", hago mucho deporte, lo quemo todo...

Esta afirmación sería aceptable si hablamos de hidratos de carbono, pero si de lo que se trata es de las grasas, esto ya son palabras mayores.

Las temidas grasas, ¿ángel o demonio?, pues como casi todo en la vida...depende...

Demonizar a las grasas es una práctica común, especialmente en el mundo femenino, asociarlas a obesidad y tallas XXL; sin embargo, hay que aprender a distinguirlas y saber cuáles si y cuáles no para poder llevar una vida saludable.

Las grasas, o lípidos, junto con los hidratos de carbono, son los nutrientes que aportan la energía a nuestro organismo.

Sin profundizar demasiado, pues tampoco se trata de ser unos expertos, es imprescindible diferenciar entre estos tres tipos:

• Grasas insaturadas.
• Grasas saturadas.
• Grasas trans.

Las grasas insaturadas (monoinsaturadas y poliinsaturadas) son las conocidas como grasas buenas ya que aportan múltiples beneficios al organismo.

Las monoinsaturadas, presentes en el aceite de oliva y colza o en alimentos como el aguacate o cacahuete, reducen el nivel del colesterol malo en sangre, por lo que favorecen el buen estado de salud de las arterias y en general disminuyen el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

Las poliinsaturadas (omega-3 y omega-6 entre otras), presentes en el aceite de girasol, la soja, el pescado (salmón, atún, sardina, etc.), los mariscos, etc., disminuyen el risgo de presentar enfermedades cardiovasculares, alergias y cáncer.

Son muchos los alimentos que "ciertas dietas" han demonizado por hiper-calóricos (pistachos, nueces, aguacate) y que sin embargo están cargados de este tipo de grasas buenas, luego si tu eres una de las que lo ha hecho, ya es hora de hacer las paces :).

Las grasas saturadas son sólidas a temperatura ambiente y se encuentran principalmente en productos de origen animal, embutidos, carnes, leche, huevos, etc.

Son necesarias, pero su consumo debe ser moderado, pues son las responsables del aumento del colesterol malo en sangre.

Además el organismo no puede transformarlas, por lo que acaban acumulándose y obstruyendo venas y arterias.

Finalmente las grasas trans no hay por donde cogerlas, jeje, son las mas malas malosas de la película.

Las grasas trans o hidrogenadas se forman en los alimentos procesados mediante inclusión de átomos de hidrógeno en las moléculas para convertir grasas insaturadas en grasas saturadas y conseguir así solidez a temperatura ambiente.

Su consumo no es recomendable en ningún caso, no sólo aumentan los niveles de colesterol y triglicéridos, sino que los ácidos grasos hidrogenados pueden inhibir algunas transformaciones de otros ácidos grasos esenciales retrasando el crecimiento y la maduración del cerebro.

Son el mayor enemigo del corazón, si tan sólo un 2 % de la grasa total que consumimos es tipo trans la probabilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular aumentará un 23 %.

Hay mil noticias a este respecto...a modo de ejemplo copio textualmente un fragmento de BBC noticias...

Una investigación llevada a cabo en la Escuela Médica de Harvard, Estados Unidos, publicado en el British Medical Journal el año pasado, reveló que tan sólo en Inglaterra unas 7.000 muertes y unos 11.000 infartos podrían prevenirse cada año si se reduce un 1% el consumo de estas grasas.

Los científicos pedían entonces la virtual eliminación de estos compuestos, que ya fueron prohibidos en Dinamarca y en la ciudad de Nueva York.

En los últimos años se han publicado varios estudios que muestran los efectos peligrosos de estos compuestos para la salud del corazón, en particular el riesgo de enfermedad coronaria.

Este tipo de grasas está presente en margarinas, bollería industrial, galletas, patatas fritas y snaks en general.

Dicen los que saben que en una alimentación sana el 50-60 % de los nutrientes deben provenir de los hidratos de carbono, entre 25-30 % de las grasas y el resto de las proteínas.

Hacer una dieta sin grasas no es saludable porque nuestro organismo las necesita, lo que se deben evitar es en gran medida las saturadas y en mayor medida las hidrogenadas.

Y aprovechando el tema, aquí os dejo una ensalada de "grasas buenas", está buenísima...y si tienes tiempo cúrrate la salsa de yogur y ya healthylife total...

La receta original era con aguacate, pero se me estropeó el que tenía y en su lugar puse atún, muy rica también. 

Para hacer la salsa de yogur casera: 1 yogur natural + 2 cucharadas de mahonesa + 1 diente de ajo picado + 1 chorrito de limón + pimienta negra molida + pizca aceite y sal.

Probadla, os va a encantar!.

Y cuidado con pasar del blanco al negro, a ver si de no probar un pistacho vamos a pasar a comernos una bolsa al día, con 25-30 ya vamos servidos, todo en su justa medida! ;).

Feliz domingo de lluvia, manta y peli!

I.